Las ventanas se han convertido en un componente fundamental de la casa. Aunque la estética sigue siendo motivo de consideración, los usuarios se vuelven más y más exigentes en cuanto a su funcionalidad. Las ventanas con gas argón son la opción preferida, pero habría que evaluar si realmente da respuesta, a las necesidades específicas de cada hogar.
Cabe resaltar que la ventana perfecta no existe, pero sí la ideal según las particularidades del espacio que la rodea. Es por ello que dentro del gran rango de opciones que hay disponibles, en cuanto a materiales y tipo de fabricación, es imperativo informarse de todos los aspectos de la ventana. Hoy te queremos contar lo que necesitas saber sobre las ventanas con este tipo de gas.
Ventanas con gas argón: Un gas noble
El argón es un elemento químico que se encuentra en estado gaseoso formando parte de la atmósfera de la tierra. Pertenece al grupo de elementos químicos conocido como gases nobles, inertes o raros, y es el que está disponible en mayor cantidad. Es un excelente conductor de electricidad y por eso con él se fabrican bombillas, neumáticos, trajes secos de buceo o ventanas con gas argón entre otros.
El argón constituye un material económico, no tóxico, no reactivo, no inflamable, incoloro, inodoro e insípido y con la capacidad de disiparse fácil y rápidamente en áreas espaciosas, ya que es un gas sumamente volátil. Industrialmente, se obtiene mediante destilación fraccionada del aire líquido.
¿Cómo se construyen las ventanas con gas argón?
Las ventanas de antaño tenían una construcción muy sencilla. Por eso, eran muy propensas a perder energía principalmente a causa de las diferencias de temperatura. Como resultado, se trataba de ventanas muy ineficientes. Actualmente, es posible reducir esa pérdida energética gracias a la implementación de las cámaras de aire.
Básicamente, las ventanas con gas argón están formadas por dos o tres hojas de vidrio, un espaciador de metal (el cual define el grosor de la cámara de aire) y un doble sellado con butilo y polisulfuro. Para rellenar la cámara, el argón es bombeado por medio de un pequeño hoyo, a la vez que el aire se disipa por otro agujero.
Llegado a este punto seguramente te debes estar preguntando cómo se puede saber si una ventana tiene gas argón. El método de fabricación proporciona la señal de los tapones de los orificios por donde fueron rellenados y expulsados los gases respectivos.
¿Para qué sirve el gas argón en las ventanas?
Anteriormente se mencionaron las principales características, tanto físicas como químicas, que este gas inerte posee. Sin embargo, no se mencionó su baja conductividad térmica. Es esta la razón principal por la que es utilizado: porque, en comparación con el oxígeno, el argón eleva significativamente las propiedades termodinámicas del vidrio.
Dicho de manera más simple, el gas argón retiene más el calor. Como consecuencia, las ventanas con gas argón evitan fenómenos como la acumulación de escarcha en la parte baja de las ventanas en temporadas de inviernos fríos.
Asimismo, si se combina el argón con el recubrimiento de baja emisividad, se disfrutan de dos beneficios: por propiedades de reflexión, el calor rebotará a la estancia, y por propiedades de convección y conducción, las ventanas de argón sufrirán menor pérdida de calor.
¿Las ventanas con gas argón pueden ser nocivas para la salud?
Nuestra mente automáticamente relaciona la palabra «gas« con «toxicidad«, por lo que probablemente te estés haciendo esta pregunta. Sin embargo, el argón es un gas que no es nocivo para la salud y que naturalmente se encuentra suspendido en la atmósfera. Así, si por alguna eventualidad el gas llegara a escaparse, simplemente retornará a la atmósfera de donde provino.
Asimismo, si el argón se escapa de la cámara de aire, es posible restituirlo. Los especialistas disponemos de un medidor especial cuyo objetivo es detectar la cantidad de gas en las ventanas. Si hace falta, se rellena.
Ventajas de las ventanas con gas argón
Son muchos los beneficios que podemos disfrutar de la fabricación de ventanas con gas argón, en especial si se ha combinado con un cristal al que se haya implementado el recubrimiento de baja emisividad. A grandes rasgos, podemos enumerar las siguientes ventajas:
- Aislamiento: que una ventana sea de doble o triple acristalamiento ya proporciona un componente aislante, pero ese efecto se triplica combinado con el gas argón. Así, el aislamiento acústico de ventanas es mejor con este tipo de elementos.
- Versátil: no solo es ideal para las estaciones frías, sino también para las más calurosas. Es todo gracias a su capacidad de aislante que se puede disfrutar de un microclima dentro de casa.
- Seguridad: en caso de fuga no es inflamable, no es nocivo y es eco-amigable.
- Insonorización: a causa de la menor conductividad térmica del gas, las ventanas con gas argón también tienen un efecto positivo sobre las prestaciones acústicas.
- Económico: el argón no solo es un gas barato, sino que también te permitirá ahorrar con tus facturas eléctricas y de calefacción. Esto se debe a que las ventanas de gas argón mejoran significativamente la eficiencia del sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado.
- Estético: el argón puede adaptarse a cualquier forma y estilo de la ventana.
Las ventanas con gas argón pueden ser la respuesta a tus problemas
No cabe duda de que las ventanas de argón tienen mucho que ofrecer. Además, todas sus características únicas las hacen estar a un paso de la perfección en ventanas. Son tan prácticas que se podría decir que dan respuesta a todas las necesidades de un hogar.
Por otro lado, las viviendas se revalorizan, ya que cada día son más los compradores que buscan hogares que tengan elementos capaces de reducir el consumo (ya sea energético, eléctrico o incluso espacial).
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